22 de septiembre de 2014

¡BIENVENIDA LA ENERGÍA DEL OTOÑO!



Tanto los Equinoccios como los Solsticios, nos recuerdan que todo es cíclico, todo está en continuo cambio y evolución. 

Lo que fue en el pasado, ahora vuelve renovado, trae consigo una nueva transformación y nos invita a reencontrarnos con otros Seres de la Naturaleza.

Estos Seres  que celebran y participan con las energías de la Tierra, que saben confiar en sus ciclos y nos ayudan a retomar el contacto profundo con nuestro Ser.


El 21 de Septiembre comienza el Equinoccio de Otoño (en el hemisferio norte).
Es el momento en el que recolectamos aquello que, en primavera, hemos sembrado. 
Cada uno sabe qué es lo que ha recogido.
¿Con qué alimentarás a tu Alma en los próximos meses?

A partir de este momento, comienza una época de interiorización, de replegarse hacia el Ser, de ir en busca de la Luz interior para compensar las pocas horas de luz solar que tendremos durante los siguientes meses.
Es importante agradecer a la Tierra todo lo que ha producido para alimentarnos, tanto física como espiritualmente.
También agradecer a todos los que participaron, de un modo u otro, en el proceso de la cosecha, ya sean humanos, del reino vegetal, animal, incluidos los elementales.

Es la época propicia para hacer balance y decidir con qué nos quedamos, qué es aquello que ya no necesitamos, que ya ha cumplido su función y dejamos partir agradeciendo su enseñanza.
Es momento de "soltar lastre", de aligerar nuestro equipaje igual que lo hacen los árboles.
Un ejercicio que ayuda mucho es, hacer limpieza general, todo aquello que no necesitamos o lleva tiempo en casa y no usamos, podemos donarlo, regalarlo, dárselo a quien sí lo necesita.
Nuestro cuerpo también agradecerá unos días de depuración, es buen momento para limpiar nuestro organismo.

Comienza un período de interiorización que se hará más profundo e intenso con la llegada del invierno.
Estamos en transición y esta energía nos invita a tomar conciencia de lo que hemos hecho hasta ahora, cómo lo hemos hecho, para qué lo hicimos y qué queremos cambiar.
¿Qué nos gustaría hacer? ¿Por qué no lo hemos hecho todavía?
Es buen momento para aprender algo nuevo y también para escribir.
Es momento de mimarnos, de atendernos y escucharnos.
Es el momento perfecto para SER.
Semillas Solares.   Así me lo han dicho.


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