19 de septiembre de 2014

EL OJO DE DIOS.


Los días de vacaciones se han acabado para la mayoría.
Es el momento de regresar al trabajo y los pequeños, al colegio.
Es un buen momento para hacer una ofrenda o recordatorio que facilite la transición entre los momentos de relax que acabamos de disfrutar y el regreso a los días de trabajo y la vuelta al colegio de los niños.

Actualmente en la India, los maestros todavía reciben a sus alumnos dibujando en el aire, con una varita de oro, sobre la lengua de los niños, un mantra de amor al conocimiento. 



En las escuelas tradicionales judías, se enseñan las primeras letras del alfabeto hebreo con bloques de madera bañados en miel. 
Y en muchas casas  de Méjico, tejen y cuelgan El ojo de Dios de los huicholes que simbolizan la importancia de observar y poder comprender aquello que nos es desconocido.
En occidente, hemos perdido estos simbolismos, hemos dejado atrás esta forma más intima de relacionarnos e interactuar con los ciclos de la Naturaleza, con sus elementos, con lo sutil y energético.
A estos pequeños rituales los han catalogado de paganos y hemos permitido que desaparezcan.
Está en nosotros recuperarlos, honrarlos y volver a practicarlos, podemos actualizarlos al momento que vivimos, podemos hacerlo como cada uno lo sienta, lo importante es volver a conectarnos con las energías que forman parte de este Universo y también están en nosotros.
Semillas Solares. 

En este post de Creative Bug encontrarás un tutorial para hacer un ojo de Dios muy sencillo:


Materiales
Unos pequeños troncos, palos, puedes recogerlos mientras das un paseo por un parque, el campo o reciclar algún objeto que te pueda servir para esta manualidad.
Restos de lana, cuero, telas, cintas, cuerdas.
Si quieres personalizarlos aún más, puedes colgar pequeños cristales, cuentas de colores, algún símbolo, reciclar pendientes que ya no uses, colgantes, cuarzos.
Es tu creación así que hazlo con los colores que quieras y con el material que prefieras.

Sujetar los dos palos cruzados con el hilo y hacer un nudo.



Ir envolviendo la lana alrededor de cada palo y pasar al siguiente.
Hacerlo siempre en sentido de las agujas del reloj.
Pasar la lana por detrás, girar por delante y pasar al siguiente palo.



Cuando quieras cambiar de color o de material, simplemente hacer un nudo por detrás, cerca del palo.
De esta forma, quedará escondido en las siguientes vueltas.
Para terminar, hacer un nudo.

Dos ejemplos:
Uno hecho con hilos de seda y otro con restos de telas.






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