9 de septiembre de 2014

EL RETORNO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA.






Las mujeres en nuestro mundo moderno han comenzado a ser financieramente independientes y capacitadas profesionalmente. Sin embargo, la necesidad más importante, que es su empoderamiento espiritual, a menudo se ha descuidado o ignorado.
Nuestro mundo está ya en transición y será un momento difícil hasta que florezca una nueva era de paz y entendimiento. Si nuestro mundo ha de resurgir, las mujeres espiritualmente deben ocupar su lugar. Es hora de que den un paso hacia adelante. La hora de permanecer escondidas ha terminado.
La mayoría de las personas “conscientes” saben que es necesario sanar a nuestra Abuela Tierra si queremos avanzar. Sin embargo, es igualmente imperativo también curar a los demás a través del amor, la compasión y el respeto. 
Las Oraciones del corazón son una de las influencias más poderosas en el universo. Por otra parte, las mujeres también tienen que ayudar a los hombres a desarrollar sus propios aspectos femeninos de delicadeza y sensibilidad, compasión y bondad. Tienen que ayudar a los hombres a aprender a trabajar desde el corazón.
Las mujeres son realmente poderosas, poseen dones únicos. Son grandes promotoras y creadoras de energía y de cambio. Su gran capacidad de integración las ha hecho especialmente empáticas y dotadas para ver y comprender el pasado. En última instancia, sus roles como cuidadoras y alimentadoras han abierto sus corazones y la conciencia en muchos niveles del universo. Sus dones espirituales pueden ser profundos.
Por desgracia, las mujeres han comenzado a perder esa comprensión de sus dones. Muchas viven como víctimas de la violencia, víctimas de delitos contra el honor. Con demasiada frecuencia, sus corazones se sienten dolidos, inundados de miedo. Se han olvidado de quiénes son. Se han olvidado de sus instrucciones originales como seres humanos y como mujeres.
Sin embargo, la mayoría de las culturas indígenas reconocen las cualidades únicas y poderosas de la mujer. En muchas culturas fueron veneradas y respetadas. En algunos casos, toda la estructura de la sociedad era matriarcal. En otros, los dones espirituales especiales de las mujeres fueron reconocidos y considerados imprescindibles para conectar con la Divinidad. En todo el mundo indígena, las mujeres a menudo cumplen roles como dirigentes, asesoras o guardianas de sabiduría. Muchas veces, ellas son curanderas de la comunidad y videntes, aunque eso, en algunas culturas, se reserva para las mujeres en edad post-menopáusica.
También se reconoce que la mujer en su luna, su período de menstruación, es más poderosa.
Debido al carácter sagrado de esto, algunas culturas indígenas sacan a sus mujeres de las aldeas durante su tiempo de luna. Esto no es una prohibición o discriminación, como se supone popularmente hoy. Es un período de protección y descanso de las tareas de sus vidas, unos días de descanso al mes. Es también un tiempo para la reflexión o el intercambio y la vinculación con otras mujeres. En resumen, un momento de respeto, honor y descanso.
Durante este tiempo, tampoco participan ni se acercan a las ceremonias que se realizan. Hay una buena razón para ello. La razón principal, es que nunca es una buena idea iniciar una ceremonia mientras que otra está en proceso, y ese período suyo es considerado una ceremonia.
Una segunda razón se refiere a las poderosas energías, sin control a veces, que suelen aparecer en la mujer cuando está en tiempo de su luna. Pocas mujeres saben cómo controlarla y esa energía es capaz de cualquier explosión, con o sin intención.
Las antiguas culturas sabían y entendían estas cosas. La verdad a menudo se ha perdido en el camino de los nuevos tiempos o malinterpretado y llevada a la falsedad. Las mujeres casi han olvidado su lugar en el Universo.
Así que es hora de que las mujeres empiecen a buscar a respetar sus cuerpos y sus ciclos . Es de vital importancia que las mujeres opten por sanarse y recuperar la comprensión de sus propios dones. Luego le corresponderá a cada mujer, según su creencia y su Divinidad, la forma de manejar todo éste poder.
Se dice que somos la séptima generación sagrada. Para nuestros hijos y nietos, para las próximas 7 generaciones, para nosotros, es el momento de que las mujeres se unan a la humanidad. Las mujeres no solo pueden hacerlo, sino que son particularmente adecuadas para ello. Pero es una elección.
“Nosotros somos aquellos a los que hemos estado esperando. Es hora de dar un paso adelante.”
Stephanie M. Schwartz 

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