30 de diciembre de 2014

DIFERENTES COSTUMBRES Y FESTEJOS PARA FIN DE AÑO Y AÑO NUEVO.

¿Por qué celebramos el Fin de Año?
¿Cuál es el origen de esta festividad?
¿Por qué el 31 de Diciembre es el último día del año?

La celebración del año nuevo se remonta a hace 4000 años, pero no se inició en las culturas occidentales hasta hace 400 años.
Esta celebración comenzó en la antigua Babilonia alrededor del 2000 a.C.

Sin embargo, los babilonios festejaban su año nuevo hacia el final de lo que hoy es marzo, una fecha más acorde para empezar un nuevo año ya que el invierno había terminado, comenzaba la primavera con su nueva vida, más luz y era tiempo de sembrar.


En el año 153 a.C. el senado romano decretó que el año nuevo comenzaría el 1 de enero.
Hizo este decreto para corregir el calendario que no estaba en sincronía con el sol y desde entonces, las culturas que se rigen por el calendario gregoriano, siguen festejando el fin de año el 31 de Diciembre, una fecha muy alejada del calendario lunar o estacional.

Si bien el primer día de enero no tiene un significado agrícola o estacional, sí tenía un significado civil.
En esa fecha, los recientemente elegidos cónsules romanos asumían sus cargos. Es interesante saber que el mes de enero se llama así por el Dios romano Jano, que tiene dos caras que pueden representar el mirar hacia atrás al año viejo y la otra mirando hacia adelante, hacia el nuevo.

La celebración del Año Nuevo era una práctica pagana y por esta razón, la Iglesia Cristiana la prohibió como tal, sin embargo, para facilitar la conversión de los paganos al Cristianismo, la Iglesia aceptó la celebración del primero de enero disfrazándola y convirtiéndola en la Fiesta de la Circuncisión de Cristo.

Costumbres y Festejos en otros países.

España
Comer doce uvas a medianoche, una uva por cada campanada del 31 de diciembre,   traerá doce meses de felicidad y prosperidad.
El origen de esta práctica se remonta 103 años atrás, cuando en 1909 hubo un excedente en la cosecha y en las casas se aprovecharon las uvas para tomarlas la última noche del año y repartirlas a los pobres.

Japón 
Antes del día de la celebración, es necesario limpiar las casas por dentro y por fuera. La tradición –que recibe el nombre de «joya no kane»– es que durante la transición de Nochevieja a Año Nuevo se toquen hasta 108 veces las campanas de los templos budistas. Con cada campanada, se esfuma uno de los 108 pecados que el ser humano tiene por defecto en la mente, evitando así caer en la tentación de llevarlos a cabo en el año que acaba de empezar. Entre estos pecados estaría la ira, la envidia o el deseo.Respecto a las costumbres gastronómicas, es muy típico comer «toshikoshi-soba» una sopa de fideos muy largos, con la esperanza de que la fortuna de la familia se extienda tanto como este tipo de fideos.

Holanda
Para limpiar el año anterior y darle la bienvenida al Año Nuevo, los holandeses salen a las calles con sus árboles de Navidad para quemarlos en las hogueras. Las malas energías quedan atrapadas en los árboles y las transmutan a través del fuego.

Escocia 
Los primero que hacen en cuanto empieza el nuevo año es visitar a sus vecinos después de la medianoche para desearles un feliz año. Todos quieren ser los primeros en llegar. Se considera que trae buena suerte si la primera persona que entra en tu casa es un hombre alto y moreno.

Estados Unidos
Los estadounidenses creen que no dar un beso justo después de las doce de la última noche del año, asegura 365 días de soledad. 

Italia
Símbolo de riqueza y dinero, un buen plato de lentejas no puede faltar en la mesa de ningún italiano durante la cena de Nochevieja, y poco a poco esta costumbre va instalándose en España también. Una creencia que viene de lejos, puesto que los romanos regalaban a principio de año estas legumbres con la intención de que se convirtieran en monedas de oro que incrementaran su poder adquisitivo.

Dinamarca
¿Peligrosa? Sí. ¿Desestresante? También. La manera en la que los daneses dan la bienvenida al nuevo año es una mezcla de estos dos adjetivos. La tradición manda romper los platos tras la cena de Nochevieja. Antiguamente –y todavía en algunas zonas– la vajilla se lanzaba contra la puerta de los seres queridos  que quedaban encantados con la acción, puesto que representa cariño y buenos presagios para el año siguiente.

Filipinas
En este país se asocian los lunares con las monedas debido a su forma circular. También se vincula este tipo de telas a la buena suerte, por lo que las calles filipinas se visten de lunares durante el 31 de diciembre. Da igual el tipo de prenda que sea –vestidos, faldas, camisas...–, pero es importante que la ropa lleve al menos un bolsillo. En él se meterán unas cuantas monedas que se harán sonar cuando el reloj anuncie la media noche.
Alemania 
Se funden trozos pequeños de plomo en una cuchara sobre una vela encendida. El plomo derretido se vierte en agua fría. Se endurece y se forman figuras que predicen el futuro. Una figura con forma de corazón o de anillo, por ejemplo, vaticinan una boda.

Grecia 
Se cocina una tarta con una moneda de oro o de plata dentro. La persona a la que le toca la porción con la moneda, tendrá suerte durante el resto del año.

Los propósitos de Año Nuevo:
Hacer propósitos de Año Nuevo es tan antiguo como la celebración misma. Los babilonios hacían propósitos, el más popular era devolver las herramientas agrícolas. Los antiguos romanos también lo hacían, era pedir el perdón de sus enemigos.

Los anglosajones, que se establecieron donde hoy es Inglaterra, tenían un festival llamado Yule, era la celebración de la estación más fértil y pacífica. El jabalí era parte de esta celebración y la gente hacía solemnes "juramentos del jabalí" para el año entrante.
Recopilación: Semillas Solares.


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