4 de julio de 2014

ANIMALES DE PODER.




Los Chamanes consideran que la capacidad de sanar o acompañar a otros en sus procesos de transformación les viene de las Fuerzas Elementales con las que son capaces de interactuar, como son los Animales, las Plantas, los Minerales, el Sol y las Energías del Universo.
Todos tenemos uno o varios Animales de Poder y el contacto con este Guía es para siempre.
Podemos decir que, al igual que los arquetipos,  los Animales de Poder son fuerzas psíquicas con conciencia propia que están vinculados a nosotros y que cumplen las funciones de guía, mentor y protector en las dos realidades, la ordinaria –el Tonal-  y la no ordinaria –el Nagual-.

La naturaleza de nuestro Animal de Poder va a depender de nuestra propia Esencia.
Su propósito es el de mantenernos cerca de la Fuente, de nuestro Propósito en la Vida y de nuestra Verdad.

A medida que nos vamos adentrando con mayor asiduidad en los Mundos Sutiles, nuestro Animal de Poder se va integrando cada vez más en nosotros.
Puede que en algún instante, tu Animal de Poder se funda contigo y experimentes como si fueras Él o Ella.
Quizás veas que de tus brazos empiecen a crecer plumas que te ayudarán a alzar el vuelo y a elevarte cual Águila o que tus piernas se tornen patas de felino y convertido en un Jaguar corras con gran potencia por la selva amazónica.
Esta Fusión es considerada sagrada en la mayoría de las culturas chamánicas.
En nuestra mitología occidental también nos encontramos con numerosas deidades que representan la Unidad entre el Hombre y el Mundo Animal como el Antílope, el Centauro o el Fauno.

En los tiempos previos a la llegada del cristianismo, Magos y Hechiceros mantenían la creencia en la posibilidad de metamorfosearse con el reino animal.

Se dice que nuestro Animal de Poder nos acompaña desde el día en que nacemos y que conoce nuestro Camino y Propósito en la Vida.
Por ello es interesante que ya desde una temprana edad, entremos en contacto con nuestro Nagual. Es un regalo presenciar la naturalidad con la que los niño pueden acoger y dialogar con su Nagual, su animal de poder.

Es posible que a medida que vamos evolucionando y creciendo se incorpore un Nuevo Animal de Poder o que éste se transforme.
Sucede también que en periodos de nuestra vida necesitemos que ciertos animales nos acompañen.
Si nos encontramos en una fase en la que emprendemos un nuevo proyecto quizás se requiera la fuerza y la determinación de un toro y la fe de una paloma.

Un buen ejercicio para unificarnos con nuestro Nagual es el de imitarlo, pintarnos asemejando su pelaje, movernos como él, danzar y emitir sus sonidos y sentirlo en nuestro Interior.
Permitir que la gente Águila, la gente Oso o la gente Lobo… formen parte de nuestra experiencia vital.
Feliz Senda,
Ahó!
Martín Ribes.

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