11 de marzo de 2014

LISA RANDALL. OTRAS DIMENSIONES


Está doctorada en física y tiene la firme intención de liberar a la humanidad de su mundo tridimensional. Su visión del mundo ha abierto una nueva vía para la física moderna, que permite explicar por qué la gravedad es tan débil, unificarla con las otras tres fuerzas de la naturaleza y arrojar luz sobre los orígenes del universo.

-Hablando de conexión con el mundo, en su trabajo usted imagina dimensiones adicionales, pero tiene que seguir viviendo en el mismo planeta que el resto de nosotros. ¿Lleva en su mente la imagen de otras dimensiones? 
Suelo tener esa visión, pero es algo momentáneo. A veces tengo la impresión de que lo que estoy viendo es sólo una pequeña fracción de lo que hay en realidad. En ocasiones, más a menudo de lo que creo, surge algo y entonces me doy cuenta de que estoy viendo el mundo de una manera diferente a mis amigos. 

-¿Así que usted intuye que existen dimensiones superiores? No veo por qué no deberían existir. En la historia de la física, cada vez que hemos mirado más allá de las escalas que nos son familiares, hemos encontrado cosas inesperadas. Te asomas dentro de un átomo y descubres los quarks. ¿Quién lo hubiera imaginado? Es arrogante pensar que nuestra forma de mirar las cosas describe todo lo que hay. 

-¿Y con más de tres dimensiones, cuál es su manera de describir el universo? 

Lo que yo estoy estudiando son las branas, objetos similares a membranas en un espacio multidimensional. En mi hipótesis, las partículas y las fuerzas de la naturaleza están pegadas a una brana tridimensional, como cualquier cosa puede pegarse a la superficie de una cortina de ducha en nuestro espacio 3D. Todo lo que conocemos estaría dentro de nuestra brana, excepto la gravedad. 

-Pero sólo vemos tres dimensiones a nuestro alrededor. ¿Dónde podrían estar escondidas las demás? 
La vieja respuesta de la física decía que las dimensiones extras son minúsculas, y por eso no las percibimos. Así se pensaba hasta la década de 1990, cuando nos dimos cuenta de que se podía tener una dimensión extra infinitamente grande si el espacio-tiempo está curvado. Después, encontré algo aún más espectacular: puede que estemos viviendo en un compartimento de tres dimensiones, dentro de un universo multidimensional. En otro lugar podrían existir cuatro o incluso más dimensiones. 

-¿Y podría existir otro universo que estuviese hecho de esa manera? 
Posiblemente, y sería muy diferente. Por ejemplo, las órbitas cerradas, como la de la Tierra alrededor del Sol, sólo funcionan en espacios de tres dimensiones. También podría haber leyes físicas distintas. 

-Algunas de sus ideas suenan un poco locas para el ciudadano medio. ¿De dónde provienen?La idea de que existen dimensiones extra proviene de la teoría de cuerdas. Hay cosas que no comprendemos con sólo tres dimensiones espaciales y una temporal. Como ninguna teoría física fundamental descarta la existencia de más de tres dimensiones, es lógico pensar cómo sería el mundo si existiesen.
  
?¿Fuera de su campo de investigación, en cuál cree que están hoy los acontecimientos más emocionantes de la ciencia? 
En la neurología. Comprender cómo funcionan los pensamientos, cómo se crean conexiones, cómo funciona la memoria, cómo procesamos y archivamos la información... todo esto es fascinante.

-¿Será la física capaz de abordar las grandes preguntas, como por qué el universo se ha tomado la molestia de existir? 
Los físicos no vamos a responder a los porqués. Pero si juntamos todo lo que sabemos del universo, encaja bien. La ciencia no es religión, pero eso no significa que no podamos ir más allá en el conocimiento. Sobre el origen de este universo, yo creo que ya deberíamos estar haciéndonos otras preguntas: cómo surgió un universo de más de diez dimensiones, y de qué manera llegamos nosotros desde allí. 

-Su respuesta suena a una fórmula para evitar luchas entre la ciencia y la religión. 
La religión hace preguntas sobre moral, mientras que la ciencia plantea cuestiones sobre el mundo natural. Yo pienso que las creencias pueden ser permanentes, pero deben ser flexibles. Personalmente, si descubro que una creencia mía es errónea, cambio de parecer. Creo que es una buena manera de vivir. 

-¿Cree en Dios? Hay un sitio para las propias creencias. Así que, tanto si creo como si no, eso no tiene nada que ver con lo que hago como científica. Pero también sin fe podemos confiar en que existe un propósito, o en que la bondad es una virtud en sí misma. Por otro lado, es un problema que la gente sea considerada inmoral por no ser religiosa. Sencillamente, esto es falso. Creo que se puede ser incluso más moral: quienes se mueven por un motivo religioso actúan para obtener una recompensa en ésta u otra vida... y eso no es tan bueno como obrar por pura generosidad.

Corey S. Powell 

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